Es el maestro el que domina un arte, en este caso el nada despreciable arte de la vida, pero, ¿Quién domina el arte de la vida? El sabio, es el sabio el que convierte los conocimientos fruto de la experiencia y la experiencia en si misma en sabiduría y con maestría la comparte, pero, ¿es igual la vida para todos?, parece ser que no, la vida es un concepto tan grande y de visión tan personal que no se podría explicar con palabras, entonces, ¿Cómo explicar los caminos a tomar en esta vida?, entonces me consideraría un guía, como guía tendría que ayudar a comprender los caminos a tomar en esta vida para que tu encuentres el tuyo, pero ¿Cómo comprender tu camino si yo tengo el mió?, aprendiendo a caminar a tu lado.
El maestro como maestro es aprendiz y como aprendiz es maestro, solo el maestro con sabiduría puede enseñar desde el propio aprendizaje.
Como padre me considero en el camino del maestro, me considero tal por el echo de comprender que estoy aprendiendo sobre lo que ya había aprendido desechando estos últimos conocimientos para adquirirlos nuevos, solo me queda la sabiduría y con esta sabiduría construir un nuevo sistema de aprendizaje para la persona a la que debo mi titulo.
Oigo muchas veces sobre metodologías en la crianza y enseñanza, metodologías que dan pautas muy marcadas o que fuerzan su uso por lo catastrófico de su no aplicación, oigo muchos consejos tan llenos de un conocimiento basado en la experiencia personal que no dejan paso a la adaptación o discusión y se imponen muchas veces a través de la manipulación de los principios emocionales mas básicos. Todos estos conocimientos inducidos en la mente del receptor, llenan tanto espacio que no dejan sitio a la comprensión real de la finalidad que pueda tener dicho método/consejo lo que lleva a no poder aprender, cuestionar o debatir sus finalidades y menos aun, estudiar la interacción en su aplicación y observación de su resultado con lo que niega el aprendizaje y obstruye el camino a la maestría.
También he observado una tendencia muy grande en lo que a la cría, guía, enseñanza o como cada cual lo considere, de un hij@, se actúa como si este nuevo ser fruto de nuestro amor no fuese mas que una continuación de nosotros mismos, una esperanza de hacer o ser aquello que no pudimos ser o que sea lo que nosotros somos y esta manera de actuar no me parece correcta. El hij@ es una persona nueva en este mundo, con su camino totalmente diferenciado del nuestro el cual se debe respetar y como maestros aprender de ese camino y acompañarle y guiarle mientras nos sea posible, nunca apartarlo de el para que siga el camino que nosotros hemos dejado atrás o el camino que no pudimos coger ya que, la mayoría de las veces, ni siquiera es nuestro camino realmente sino uno creado por las imposiciones mediáticas sociales del momento en que empezamos a caminar.
Solo puedo mirar a mi hija y caminar a su lado mientras pueda, si su camino se queda detrás mió, la esperare y apoyare, si va paralela a mi, entonces estaré a su lado, si su camino sigue mas allá de mis posibilidades, la dejare marchar con mis mejores deseos, y solo cuando la vea feliz con su vida yo podré ser feliz con la mía porque me ha ayudado a comprender algo tan grande que no puedo explicarlo con palabras, porque le regalo todo mi amor sin ningún condicionante, porque sin saberlo, junto a su madre, me han hecho el mayor regalo del mundo, algo que no puedo pagar porque los regalos no se pagan pero me siento tan profundamente agradecido que no puedo mas que hacer todo lo posible por alcanzar el camino del maestro para y por ellas.