La noticia:
Y abrí los ojos desconcertado por la noticia que ese objeto portaba, el resultado de ese test solo podía significar una cosa…. una avalancha de pensamientos, emociones y recuerdos invadían mi mente mientras mi cuerpo intentaba volver del mundo de los sueños. Una nueva realidad se hacia hueco en mi consciente mientras mi yo mas interno se debatía entre si aquello era todavía un sueño o era realidad. Según la realidad era mas clara y evidente una fuente de emociones manaba de mi interior fluyendo hacia todas direcciones paralizando cada uno de mis sentidos y cuando ya no cabía nada mas dentro, todas esas emociones se tranformaron en una lágrima, una dulce lágrima de emoción incontenible, una señal inequívoca de que un nuevo camino empieza, el camino hacia la paternidad.
Ahora miro hacia ese momento y no puedo evitar pensar en todo lo que un test de embarazo significa, ese simple objeto de tamaño parecido al de un lápiz es el detonante de tantas emociones… algunas buenas y otras no tanto ¿Cuántas emociones habrán podido observar esos tests? Desde luego, si hubiese una biblioteca de las emociones recogidas por los test de embarazo tendríamos la visión mas cercana y pura a la esencia del alma humana.
Sentimientos encontrados:
Según la noticia se va haciendo mas real, empiezan los primeros entuertos, parece que este camino tiene unos paisajes preciosos pero no es nada fácil. Aquí empiezan diversas dificultades, unas internas y otras externas.
Las dificultades internas son muy subjetivas y cada cual tendrá las suyas, a mi me trajo un amargo recuerdo, el recuerdo de que voy a ser padre pero que el mio no esta para verlo… Este recuerdo desenterro un baúl firmemente custodiado por fieles guardianes que mantenían a salvo mi espíritu de los infortunios de esta vida pero al abrirlo me clavo una dura estaca en el corazón desgarrandome el alma.
Luego están los comentarios alentadores de los amigos y/o compañeros de trabajo con niñ@s de “edades interactivas” como: ¿ya sabes donde te estas metiendo? ¿ya te puedes ir olvidando de tu vida? ¿tu mujer es así, no son las hormonas? ¿aprobecha ahora porque no vas a hacer el amor nunca mas?... y un sinfín de alentadores apoyos a tu futura paternidad que te hacen pensar si esa gente realmente quiere a sus hij@s o a su pareja.
Por si todo lo anterior no fuese suficiente, vas viendo una evolucion en la pareja y en el circulo mas cercano (no siempre veo este comportamiento pero si en la mayoría) con tendencia al olvido del padre. Como futuro padre pasas a un segundo plano, ya no importan tus problemas porque quedan oscurecidos por una sombra que les impide salir a la luz, el mundo empieza a girar sobre el embarazo de la mujer.
Luego viene lo que yo he llamado “la montaña rusa emocional”. El nombre viene dado por unas lentas y duras subidas narradas mas arriba que a veces te llevan a un emocionante descenso a la realidad de que vas a ser padre, en esos momentos te emocionas y piensas que vas a ser papá, que tu mujer esta gestando una vida que habéis creado juntos, el fruto de vuestro amor. Me atrevería a decir que el autentico y único arte es la vida, y esta es nuestra mejor obra. Igualmente parece de que el hombre no es del todo consciente que va a ser padre hasta que el niñ@ esta en este mundo.
Mis secretos para la supervivencia:
Cariño: dale todo el cariño que puedas a tu mujer, quierela, demuestrárselo, sobre todo en esos momentos de caídas emocionales.
Paciencia: no te tomes las cosas como un ataque personal, son ataques y punto fruto de una situación que es difícil de controlar, ten la paciencia suficiente para que cuando algo te moleste no actúes hasta que las aguas se calmen.
Caprichos: dale a tu mujer los caprichos que necesite, siempre que sea posible claro, si tiene algún antojo daselo que se lo merece.
Escucha: a veces solo necesitan decir algo sin recurrir automáticamente a una solución, a mi es algo que reconozco me ha costado de entender y asimilar, no porque te cuente un problema fruto de un “ensatanamiento” hay que buscar una solución, a lo mejor no es tan importante, pero en ese momento si y hay que darle la importancia justa.
Ignorar: ignora los comentarios ajenos que te puedan decir sobre la paternidad, no se porque, pero los comentarios masculinos suelen ser destructivos.
La mujer manda sobre su embarazo, ella escucha a su cuerpo y ella sabe como se encuentra, si dice que no pasa nada, no pasa nada y si pasa algo pues ya sabes, pero apoyala siempre por encima de los comentarios de los familiares y amigos (esto es importante).
A veces va bien incentivar unas salidas a pasear un poco, a comer fuera, aunque no quiera intenta convencerla y si al final es que no pues mala suerte, pero que no sea por no intentarlo.
Hablar: hablar, hablar, hablar, hablarlo todo, pero cuando la cosa se calme, también es importante que le expliques tus inquietudes, no hay que guardarselas, pero hazlo cuando la cosa se tercie, no antes. Si bien hablar es el camino para solucionar las cosas, el momento de hablarlas es el secreto del éxito.
La mujer es la que sufre los dolores y consecuencias del embarazo, pero nosotros podemos apoyarlas y ayudar a que lo lleven mejor.
Los hombres no podemos sentir esa nueva vida crecer dentro, pero ellas pueden ayudarnos a notar como crece nuestr@ hij@ dentro suyo.
Y algunas cosas que me dejo en el tintero, pero creo que esta es una buena descripción del camino a la paternidad.