martes, 1 de marzo de 2011

El cazador de mamuts

Somos cazadores, recolectores, protectores y educadores, pero ¿hay mamuts en la sociedad actual? ¿Es la pantera una amenaza para nuestra familia?, como metáforas pueden existir, pero esos instintos primarios que pueden caracterizar la figura del hombre dentro del rol familiar están modificados por la situación actual.

 Somos cazadores/recolectores y ese instinto se plasma de una manera muy clara en el hombre como trabajador que trae el “dinero” a casa, este rol lo asumimos desde hace muchas generaciones y no parece haberse alterado mucho hasta el día de hoy, mas bien se ha expandido a la mujer desde el momento en que tiene acceso al mundo laboral (y con todo el derecho del mundo). En el momento del nacimiento del cachorro, el acceso al mundo laboral por parte de la mujer instintivamente queda relegado a un segundo plano y encima en este país no se permite a la mujer ejercer su pleno derecho a conciliar su instinto materno con su acceso al trabajo al dar un periodo ridículamente escueto. En este caso de caza/recolección la mujer sale claramente malparada al tener muchas pegas en lo que a su vuelta a la recolección se refiere y por el contrario el hombre tiene un rol muy claramente definido y no se ve truncado por el nacimiento del peque.

 Protección: en el caso del instinto de protección se da una vuelta de tuerca, la mujer ejerce un instinto de protección muy claro hacia el pequeño y los elementos de protección no distan tanto de los de antaño, pero, si ya no hay depredadores de los que proteger a la familia ¿el hombre pierde este instinto o ese rol?; pues va a ser que no, pero los elementos de los que hay que proteger a una familia han aumentado y mucho desde que tenemos una “civilización” y no “depredadores”. Tenemos un primer punto de ataque directo a la familia sobre el cual debemos protegernos, los ataques psicológicos a la madre; nada mas nacer el niñ@ empezamos a recibir ataques directos o indirectos sobre la correcta actuación de la madre con el cachorro en formato de “consejos de buena voluntad” (o también llamados “imposiciones de yo se y tu no”) en un momento en el que la madre (y el padre también) es muy susceptible. Otro punto de ataque hacia la familia viene del vacío en la transmisión de conocimientos sobre la cría de un cachorro lo que da pie a que se creen metodologías, impuestas o no, que crean gran confusión en la madre, llevándola en ocasiones a seguir un método por simple culpabilidad de la exposición de las consecuencias siendo estas meramente teóricas,  hay que proteger a la familia de estas situaciones aportando claridad mental y objetividad sobre la correcta evaluación de estos métodos y la finalidad a la que van dirigidos. Otra vía de protección es la educación del cachorro, tenemos que protegerlo de los ataques del convencionalismo social, los niños reciben ataques hacia su intelecto para domesticarlos en un sistema social basado en la producción donde el que piensa, o tiene algún otro don, no es útil para el sistema productivo. Hay más vías de protección, pero un resumen seria proteger de los ataques psicológicos (los más abundantes según mi opinión) y los físicos (muy poco presentes y los que nos vienen dados por instinto).

 Tenemos que educar a nuestros niñ@s para que se integren en la sociedad, y crezcan como personas, pero ¿Cuáles son los principios éticos de la sociedad actual? Si alguien sabe donde están escritos que me los pase, pero solo podemos basarnos en nuestro sentido común de cómo debería comportarse una persona en la sociedad para aportar y recibir de ella. Aquí empieza el caos total, al perder la religión en la mayoría de los casos, nos hemos quedado sin un sistema de valores, al implantarse un sistema industrial recibimos ataques a nuestro desarrollo personal y el propio sistema capitalista nos induce diariamente a un modelo personal consumista por gula. Ya no tenemos que educar a nuestros hij@s para sean “amables” con el resto de la tribu porque entre todos sobrevivimos sino que mas bien, tenemos que educar a nuestros cachorros para que tengan un sistema de valores creado por nuestro sentido común y puedan sobrevivir en la sociedad tal como esta descrita.

 El cazador de mamuts ahora tiene que evolucionar y convertirse en un maestro de esta vida.

1 comentario:

  1. Hemos abandonado las cuevas pero muchos de nuestros instintos parecen no saberlo. Nuestras sociedades se han ido creando siguiendo mas o menos esos instintos primarios (el hombre sale a cazar, la mujer cuida la cueva...) pero con el acceso de la mujer al mundo laboral todo se ha puesto patas arriba. La sociedad no estaba preparada para ese cambio y aunque las mujeres se han ido abriendo paso en el papel de "cazadoras", este ha resultado incompatible con el cuidado de la "cueva" que a menudo queda descuidada, pero peor aun, no deja tiempo o lugar para el cuidado de los cachorros, que a menudo tienen que ser separados de sus madres mucho antes de estar preparados para ello, para perjuicio de ambos. O simplemente las mujeres tienen que escoger, entre su instinto de reproducción y su deseo de ser "cazadora"...
    El "cazador de mamuts" ha ido pudiendo evolucionar, dentro de su medida, para pasar a ser maestro, pero siempre sin abandonar su papel primario, son demasiados años de instintos... Pero yo me pregunto, ¿avanzara la sociedad hacia donde debe o tendremos que seguir haciendo malabares para reproducirnos? Suerte que el instinto de procreación es mas fuerte que si no... se extinguia la especie.
    Un beso!

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